1. Fracaso
Dentro de lo que es la
denominación de fracaso tenemos que subrayar la existencia de una clase muy
específica de él que en la actualidad se ha convertido en protagonista ya que
preocupa a la sociedad. Nos estamos refiriendo al llamado fracaso escolar, que
es aquel que una persona en cuestión experimenta cuando no consigue el título
por el que se encontraba formándose y estudiando.
Los altos índices de fracaso escolar en
algunas partes del mundo son las que están llevando a analizar este fenómeno de
manera exhaustiva. Así, se ha establecido que el mismo tiene tres causas
posibles:
El alumno. Su falta de motivación, el contar
con una serie de problemas de aprendizaje a los que no se les ofrece ayuda así
como su escasa o nula atención durante las clases son algunas de las posibles
razones que llevan a que aquel tenga fracaso escolar. No obstante tampoco hay
que olvidar las que tienen que ver con él y su familia como, por ejemplo, estar
viviendo una situación complicada en el seno de la misma.
Cuestiones económicas y laborales. Estas lo
que hacen es mostrar que se puede conseguir un empleo sin necesidad de adquirir
un título y es lo que lleva a muchos jóvenes a olvidarse de los estudios y a
centrarse en empezar a trabajar y tener dinero.
El sistema estudio. La estructura de este y
las carencias que posee son en otras ocasiones las principales causas del
fracaso escolar.
En la sociedad actual, el estímulo
permanente de la competitividad genera que el fracaso sea visto como un estigma. Los “ganadores” son encumbrados e
idolatrados, mientras que los “perdedores”
son mal vistos y obligados a pagar por sus fracasos.
Según los psicólogos, la familia, la escuela
y los medios de comunicación deberían enseñar a las personas a asumir sus derrotas y
digerir los fracasos sin traumas. Es que, en caso contrario, los fracasos
perjudican la capacidad de
reacción y afectan al bienestar
personal.
El rechazo social al fracaso promueve un mecanismo defensivo en la
gente, que la lleva a no reconocer los fallos y las limitaciones personales. El
hecho de cometer errores y no responsabilizarse por ellos constituye una
incapacidad humana.
Hay que tener en cuenta que los especialistas
consideran al fracaso como un paso ineludible y valioso para poder avanzar en
la vida. Los errores y el fracaso permiten el aprendizaje.
Dado que
el sentimiento de fracaso suele producirse ante objetivos inalcanzables, los psicólogos recomiendan establecer metas coherentes para
evitar la frustración y no vivir una situación de mucho estrés frente a las dificultades.
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