3. Fobia Escolar
Este síndrome se caracteriza por un manifiesto rechazo a
la asistencia al colegio e implica un temor irracional por alguna situación
particular. Los síntomas incluyen: ansiedad anticipatoria, insomnio, miedos
exagerados, dolor abdominal, náusea, vómito, diarrea, dolor de cabeza,
palidez y debilidad, que aparecen por la mañana o aún días antes de ir a la
escuela y que por lo general desaparecen antes que terminen las clases, y no
aparecen los fines de semana ni días festivos.
Las fobias escolares son una forma de temor que
característicamente son desproporcionadas a la situación dada, que se desatan
sin ser están relacionados con estímulos que no son objetivamente peligrosos,
que no pueden ser eliminadas racionalmente porque están más allá del control voluntario, que persisten a largo plazo, que interfieren
considerablemente en la vida cotidiana del niño en función de las respuestas de evitación, y que
suelen aparecer con más frecuencia entre los 4 y 8 años; reapareciendo en la pubertad.
En la infancia, las fobias se clasifican en trastornos fóbicos
(fobias específicas y fobia escolar), trastornos de ansiedad sin evitación
fóbica (ansiedad de separación y ansiedad excesiva) y otros trastornos de
ansiedad (trastorno obsesivo-compulsivo y trastorno mixto de ansiedad y depresión).
La fobia escolar es el rechazo prolongado que
un niño experimenta a acudir a la escuela por algún miedo relacionado con ella.
Es poco común y tiende a darse con más frecuencia entre los 3 y 4 años, o entre
los 11 y 12 años, y afecta a más niños que niñas. Su comienzo en los más
pequeños es repentino, mientras que en mayores y adolescentes es más gradual, de carácter más intenso y grave y con peor pronóstico. La fobia a la
escuela viene precedida o acompañada de síntomas físicos de ansiedad
(taquicardia, trastornos de sueño, pérdida de apetito, palidez, nauseas, vómitos, dolor de cabeza) y de una anticipación de consecuencias
negativas asociadas a la escuela, así como de una relación muy dependiente con
la madre y de la proliferación de temores inespecíficos (oscuridad, ruidos,
agresión). El resultado es la conducta de evitación. La fobia escolar está asociada a otros
trastornos clínicos, como la depresión y una baja autoestima.
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